"Encadenados", del director Alfred Hitchcock: beso de Ingrid Bergman y Cary Grant es el más erótico de la história del cine |
Objetivamente
un beso es presionar o posar los labios sobre un objeto, la piel o los labios.
Tradicionalmente se usa como una expresión social de afecto, saludo, respeto o
amor. Es a su vez un punto esencial para el ser humano que nos ayuda a
identificar el entorno.
Sobre
el protocolo del beso ya he hablado en un articulo hace tiempo, así que hoy me
centraré en otros aspectos como los biológicos y los históricos.
El beso
en su origen es un acto instintivo que está presente en muchas especies, sobre
todo en aves, peces y mamíferos, que lo utilizan como medio para marcar el
orden social dentro de su grupo.
¿Y por
que es tan intenso el hecho de conectar con alguien a través de un beso? Pues
bien, al besar se producen impulsos eléctricos producidos por estímulos que se
originan en la piel labial, la zona supralabial y la lengua en algunos casos.
Con estos 3 tipos de contacto el cerebro se pone a funcionar rápida y
progresivamente liberando dopaminas, adrenalina y oxitocina, que luego a través
del riego sanguíneo producen una serie de efectos físicos como: sudoración,
calor, aceleración del ritmo cardíaco, etc. Siendo la dopamina la responsable
de la sensación de bienestar.
Todo
esto, se relaciona con los efectos saludables que producen los besos sobre las
personas. Algunos expertos afirman que las endorfinas que se generan con el
hecho de besar pueden llegar a ser tan potentes como la morfina, lo que es
excelente para corregir el estrés y la ansiedad. Además de aumentar la
autoestima y el metabolismo en general.
Además
de lo biológico, me gustaría mencionar como siempre algunas breves curiosidades
del beso a lo largo de la historia humana.
La
referencia más antigua constatada es de hace 4.000 años, en la India, donde ya
aparecían referencias a la práctica del beso como práctica sexual. De India se
extiende hacia Europa, y dicen que fue gracias a Alejandro Magno alrededor del
año 326 a. C. durante sus campañas militares que duraron décadas.
Varios
siglos mas tarde y de un modo especial en la Edad Media, era costumbre “sellar
los contratos con un beso” en señal de fidelidad y respeto. Lo mismo se hacía
para formalizar la unión entre hombre y mujer ante los amigos y familia. Pero
es precisamente en esta época, con el auge del cristianismo en Europa cuando se
anula la práctica sexual del beso. Y no es hasta el Barroco cuando resurge como
expresión artística que relaciona el beso con lo mágico.
En la
época Rococó el beso vuelve y se carga de contenido estético recuperando así
sus rasgos exóticos, eróticos y sensuales. Con el Romanticismo en el siglo XIX,
el carácter mágico del beso medieval vuelve para adquirir connotaciones casi
divinas, que representa lo más puro y perfecto del amor entre dos amantes.
No es
hasta los años 50 del siglo pasado, cuando se aborda con naturalidad el beso en
los medios, sobre todo en el cine, lo que produce el gran cambio hasta
convertirse en un acto común y públicamente aceptado en casi todo el mundo.
Mencionar
que para muchos grupos sociales el beso público se usa como método de protesta
o revolución social, al igual que se hizo en la Revolución del siglo XVIII.
Para
terminar, una cita de Neruda que me gusta por ser breve a la vez que intensa y
cargada de pasión: “Cuando te bese, sabrás todo lo que he callado”.
*Directora
del Instituto Europeo Campus Stellae
Instituto Europeo Campus Stellae
Plaza de la Quintana, nº 3.
15703- Santiago de Compostela. España
T.: 0034-981-522788
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