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ARTÍCULO: EL CORREO GALLEGO - "Olvidadas formas de comunicación"

Por Nuria Pereira*




En tiempos no tan lejanos cuando la comunicación verbal y el contacto entre hombres y mujeres eran casi imposibles, surgieron códigos de comunicación alternativos como lo son el lenguaje de los ojos, el de los abanicos, los lunares postizos, etc. Hoy me centraré solo en los dos primeros y de modo muy esquemático.

Comencemos por el lenguaje con los ojos en occidente: Una de las primeras publicaciones fue la del Herald de Plymouth de Nueva Zelanda en 1891 bajo el título de "Eye Flirtation", que resumía así los doce movimientos básicos:

Guiñar el ojo derecho - Te quiero. Guiñar el ojo izquierdo - Te odio.

Guiñar uno detrás de otro ambos ojos

- Sí.

Cerrar ambos ojos a la vez

-Nos observan.

Guiñar el ojo derecho dos veces

- Estoy comprometido.

Guiñar el ojo izquierdo dos veces

-Estoy casado.

Bajar los párpados- ¿Puedo besarte?.

Levantar suavemente las cejas

- Bésame.

Cerrar el ojo izquierdo lentamente

- Prueba y ámame.

Cerrar el ojo derecho lentamente

- Eres bonita.

Colocar el índice derecho sobre el ojo derecho

- ¿Me amas?

Colocar el índice derecho sobre el ojo izquierdo

- Eres guapo

Colocar el meñique derecho sobre el ojo derecho

- ¡No te da vergüenza!

El lenguaje del abanico utiliza como regla común la colocación del abanico en cuatro direcciones, con cinco posiciones distintas en cada una de ellas, representando así las letras del alfabeto. Pero había ciertos gestos con significado propio como los siguientes:

Sostener el abanico con la mano derecha delante del rostro: ven y sígueme.

Sostenerlo con la mano izquierda delante del rostro: quiero conocerte.

Mantenerlo en la oreja izquierda: dejame en paz.

Agitar el abanico con la mano izquierda: nos observan.

Cambiar el abanico de la mano izquierda a la derecha: eres un osado.

Arrojarlo: te odio.

Moverlo con la mano derecha: quiero a otro.

Dejarlo deslizar sobre la mejilla: te quiero.

Deslizarlo sobre los ojo: vete.

Apoyarlo sobre la mejilla derecha: sí.

Apoyarlo sobre la mejilla izquierda: no.

Abrirlo y cerrarlo: eres cruel.

Dejarlo colgando: seguiremos siendo amigos.

Abanicarse despacio: estoy casada.

Abanicarse deprisa: estoy prometida.

Apoyar el abanico en los labios: quiero que me beses.

Abrirlo despacio: esperame, ten paciencia.

Abrirlo con la mano izquierda: ven y habla conmigo.

Golpearlo, cerrado, sobre la mano izquierda: escríbeme.

Semicerrarlo en la derecha y sobre la izquierda: no puedo ahora.

Abierto, tapando la boca: estoy sola.

Importante decir que a falta de abanico este mismo código se usa con otros utensilios: bolígrafos, gafas de sol, etc.

Con lo cual nunca mas cierta la afirmación de los románticos del s. XVIII, cuando afirmaban que: "La mirada es posiblemente la más asombrosa técnica humana de cortejo".


*Directora del Instituto Europeo Campus Stellae


Instituto Europeo Campus Stellae
Plaza de la Quintana, 3
15704- Santiago de Compostela. España
T.: 0034-981-522788

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